Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar su navegación, adaptarse a sus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando acepta nuestra política de cookies.

  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Recomendaciones
  6. Bibliografía

Introducción

En la actual contienda de ideas protagonizada por nuestro pueblo figuran diferentes batallas. Estas están estrechamente relacionadas entre sí y tributan al desarrollo de la cultura general integral. La batalla en aras de la educación y la cultura integral de nuestro pueblo se concreta entre otros, a continuar desarrollando y perfeccionando los diferentes programas instructivos creados para todas las edades para multiplicar el trabajo educativo y los conocimientos de nuestra población.

La enseñanza de lenguas extranjeras se incluye en el Sistema Nacional de instrucción como parte de la formación multilateral y armónica de las nuevas generaciones. La misma se refleja en los diversos planes de estudio y para cumplir su función es necesario que el personal pedagógico a quien se le encomienda posea firmes convicciones soportadas en la ideología marxista-leninista, en una sólida formación científica-pedagógica, en la práctica político-social y en los exordios de la moral socialista, así como que domine en el más alto grado posible la lengua extranjera de su especialidad y sea capaz de contagiarse con fluidez. Además, la universalización de la educación rector ha facilitado la inclusión de nuevos catedraticos, que en muchos de los casos, no poseen la formación académica y pedagógica necesarias que demanda la labor educacional.

Es por ello que los retos son mayores al ingresar el primer año de la carrera e implica el desarrollo de hábitos y habilidades necesarios para su formación como futuro profesional. Es en este contexto que se presenta el objetivo: Fundamentar los procesos comunicativos que sustentan la enseñanza y aprendizaje de las lenguas extranjeras.

Seleccionamos este tema por ser la intercambio objeto y vehículo de enseñanza. Por su influencia en la enseñanza y aprendizaje de las lenguas extrajeras se considera a la comunicabilidad su exordio rector.

La enseñanza del jerga inglés tiene como fin el desarrollo de la competencia cognitivo comunicativa. Un concepto que implica la expresión, interpretación y negociación de significados en la interacción entre dos o más personas, o entre una persona y un texto escrito u oral.

Desarrollo

La palabra intercambio proviene del latín "comunis" que significa "común". De allí que contagiar, signifique transmitir ideas y pensamientos con el objetivo de ponerlos "en común" con otro. Esto supone la utilización de un código de intercambio compartido. Gracias a que se comparte un código es que los mensajes se transmiten de persona a persona. Generalmente tendemos a pensar en el lenguaje cuando hablamos de códigos, pero éste, supone un concepto bastante más amplio. Además de los códigos verbales (orales y escritos), existen otros como los gestos, los movimientos de la cara y el cuerpo, los dados por la forma y el color (por ejemplo las señales de tránsito) o la música (en donde hay reglas que marcan una estructura). Naturalmente, los códigos no verbales, al igual que el lenguaje, varían de acuerdo a las diferentes culturas. La tendencia a identificar el lenguaje con la intercambio en su totalidad es consecuencia de que éste sea, el vía más apto para la transmisión de ideas. El funcionamiento de las sociedades humanas es posible gracias a la intercambio. Esta consiste en el intercambio de mensajes entre los individuos. Los elementos que deben darse para que se considere el acto de la intercambio son:

1. Emisor: Es quien emite el mensaje, puede ser o no una persona. En el caso de la enseñanza es el maestro del aula, el autor en el libro de texto, el guionista en el programa de televisión o la película didáctica.

2. Receptor: Es quien recibe la asesoría, puede ser uno o muchos y en el marco de la enseñanza se refiere a los estudiantes.

3. Mensaje: Es lo que se quiere transmitir, en el caso de la enseñanza, los contenidos del programa, los contenidos de la mundo.

4. Canal: Es el vía físico o soporte material por el que se transmite el mensaje y hace posible que llegue al receptor, puede ser la voz humana, el libro, la televisión, etc. En otras palabras, en el contexto de la intercambio en la mundo el canal de asesoría lo constituyen los vías de enseñanza.

5. Codificación: Es un proceso a través del cual el emisor "prepara" el mensaje para que pueda ser entendido por el receptor. Para la "preparación" o codificación del mensaje se vale de sus conocimientos, tanto en el delicado del lenguaje del canal que va a emplear, como de sus conocimientos sobre la persona o personas que lo obran a sufrir. Cada circunstancia puede matizar de diferentes maneras lo que decimos, cómo lo decimos, con qué palabras lo decimos. También, cuando preparamos una mundo, variamos la forma, los ejemplos, el matiz, en dependencia del grado.

6. Decodificación: Es el proceso inverso a la codificación. Podemos decir que se trata de "entender" el mensaje, de descifrarlo.


7. Retroalimentación: Que es el proceso que cierra este proceso, podríamos decir que es "el retorno" al emisor, que informa a éste de la forma en que su mensaje está siendo recibido. La retroalimentación más usual en la enseñanza son las preguntas de control, las preguntas y profesiones sistemáticas de comprobación que se realizan en la mundo, pero no son los únicos elementos de asesoría inversa. A veces un golpe de vista al conjunto de estudiantes de una mundo es mejor fuente de retroalimentación que una prueba, porque es inmediata, permanente y segura.

8. El ruido: Agrupa todas las interferencias que pueden afectar este proceso, bien concurran de índole objetiva o subjetiva. El ruido puede estar en cualquiera de los componentes, incluyendo los humanos. Por ejemplo, un estudiante con problemas personales o familiares tiene "ruido" que afecta la intercambio. Un alumno que faltó a la mundo anterior y no comprende el contenido de hoy significa un ruido que afecta la comprensión del mensaje. Un profesor que utiliza no asequible a los alumnos introduce ruido que afecta el mensaje, al igual que los sonidos estridentes en lugares cercanos al aula que afectan la audición, entre otros.

La releobrancia de la Teoría de la relación está dada en el hecho de que, ciertamente, la duración del proceso de enseñanza depende, en buena graduación, de la efectividad de la intercambio que pueda establecerse entre catedraticos y alumnos, entre los libros de texto y los alumnos, entre estos y los vías de enseñanza y hasta los que se produzca en los propios estudiantes entre sí.

Desde el punto de vista de la enseñanza contagiar es el fenómeno que se produce cuando una asesoría que se trasmite a un sujeto cualquiera, llega a producir en él un efecto dado, que no necesariamente tiene que ser apreciable, pues puede estar dado en la esfera volitiva o de las convicciones y sus efectos se materializarían en ciertas ocasiones muy especiales. Toda intercambio presupone un intercambio entre el que habla y el que escucha, entre el que emite y el que recibe, aun cuando ella permanezca en el campo de los sentimientos y no se exterioricen.

Informar es trasmitir algo que resulte desconocido y a la vez significativo para el sujeto que recibe. No todo lo desconocido informa algo, es necesario que además resulte significativo, es decir, que tenga alguna importancia para el que lo recibe. Así, por ejemplo: informan las calificaciones que comunicamos a un estudiante.

Concepto de intercambio según Antonio Pasquali: La intercambio ocurre cuando hay "interacción reciproca entre los dos polos de la estructura relacional (Transmisor-Receptor)" realizando la "ley de bivalencia", en la que todo transmisor puede ser receptor, todo receptor puede ser transmisor. "Es la correspondencia de mensajes con posibilidad de retorno mecánico entre polos igualmente dotados del máximo coeficiente de comunicabilidad".

La concepción de la lengua como vía de intercambio. Este exordio que llamamos de comunicabilidad, es una categoría metodológica que se relaciona con el concepto de enseñar la lengua como vía de intercambio, a partir del hecho mostrado por la teoría marxista-leninista de que el lenguaje se desarrolla sólo mediante la intercambio activa en la sociedad. En la enseñanza de lenguas extranjeras la intercambio activa tiene que ser a la vez objeto y vehículo de enseñanza. Es por ello que la relación de la enseñanza y el aprendizaje con la intercambio oral y escrita influye en la determinación de los objetivos instructivos, los contenidos, los procedimientos, los vías de enseñanza y las formas de evaluación. Por esta influencia, la comunicabilidad puede considerarse el exordio rector de la enseñanza de lenguas extranjeras.

El reconocimiento de que la lengua es vía de intercambio oral y escrita se manifiesta metodológicamente en el hecho de que se presentan modelos y ejercitación en forma dialogada y monologada para el aire oral, así como textos de lectura y profesiones de expresión escrita.. Todo ello se trabaja en la forma que más se acerque a la intercambio genuina, si bien en el aula a menudo es necesario crear situaciones artificiales que se asemejen a la realidad. La matemática, la historia, etc., se imparten en la lengua materna, por lo que los alumnos conocen el vehículo de intercambio, mientras que aprender otro jerga significa para ellos adquirir un nuevo código de intercambio que constituye el vehículo de asesoría a la vez que contenido de la asignatura. Esto requiere que la lengua extranjera se presente de modo tal que el alumno la perciba como actividad de intercambio más que como asignatura, que sienta que el jerga es algo que trasciende el acto de aprendizaje como fin en sí idéntico y que exige la adquisición de las cuatro habilidades fundamentales: comprender lo escuchado, hablar, leer y escribir.

La concepción del lenguaje como vía de intercambio y el exordio didáctico de comunicabilidad exigen que todo el material lingüístico se presente de modo que refleje su empleo en la realidad. Para esto es necesario presentar situaciones y temas mediante diálogos y textos de lectura. Así los alumnos aprenden el jerga en el proceso de intercambio, o sea, aprenden a hablar hablando, a leer leyendo, etcétera.

En términos de intercambio. El papel primordial de la intercambio en la enseñanza de jergas exige que los objetivos referidos a la expresión oral o escrita se conciban en forma de intercambio. Por ejemplo, se debe decir: "Que los alumnos concurran capaces de contar lo que solían hacer cuando eran pequeños ". Como puede apreciarse, la narración de las acciones de hábito en el pasado exigirá por sí sola la utilización del pretérito, ya que la forma (lingüística en este caso), sirve al contenido.

El sistema de contenidos está definido por los objetivos que se aspira lograr y constituye un importante núcleo de la mundo, ya que en él se concreta el objeto de la misma. En la mundo de jergas el contenido consta de la combinación de elementos lingüísticos a enseñar, las situaciones de intercambio en que estos se realizan y la ejercitación. Esta última se considera parte del contenido debido a que sin los ejercicios no sería posible la verdadera asimilación de los elementos lingüísticos y extralingüísticos.

El contenido de los conocimientos lingüísticos está formado por el material lingüístico (los fonemas, morfemas, palabras, etc.), es decir, los vías materiales de intercambio, conjuntamente con las reglas operativas con que funcionan estas unidades.

Por ejemplo, en el nivel de la palabra estas reglas serían las de formación de palabras y las gramaticales. La formación de hábitos y habilidades lingüísticas consiste en la enseñanza del proceso de intercambio, o sea, la actividad verbal.

Cualquier método de enseñanza (audiovisual, audio-oral, directo, etc.) constituye un sistema de acciones del maestro, dirigido a un objetivo, que organizan la actividad cognoscitiva y práctica del alumno, con lo que asegura que éste asimile el contenido de la enseñanza a través de la intercambio, tanto oral como escrita. Introducir los vías de enseñanza (visuales, sonoros, etc.) en las mundos de jerga es enriquecerla, significa mejorar las posibilidades comunicativas entre catedraticos y alumnos y, fundamentalmente, contribuir a activar los procesos del pensamiento para que los alumnos puedan establecer más claramente las propiedades de los objetos y fenómenos.

La intercambio oral viva, primera fuente de conocimiento y ejercitación de la lengua extranjera, es el hilo conductor de la mundo, portador de los conocimientos esenciales y sustento que permite ofrecer las evidencias necesarias para la formación de convicciones. Además, la expresión oral le da al aprendizaje el componente emocional que ella necesita para hacerla más duradera y completa. El maestro o profesor es un profesional de la intercambio oral, dicho de otra manera es un profesional comunicador de ideas y de pensamientos, cuya tarea consiste en lograr no solamente la trasmisión de conceptos, sino el enriquecimiento y desarrollo del intelecto del alumno. La misma debe dar en el alumno la certidumbre y la confianza en lo que se dice y quién dice. Esa seguridad se expresa mediante una serie de acciones que obran, desde el aire personal del profesor al enfrentarse al grupo (vestuario apropiado, limpieza, sosiego), hasta la forma en que se manifieste en relación con el contenido. Inseguridad en la exposición oral, equivocaciones constantes en los datos le restan a la intercambio oral una buena parte de su valor. Los gestos son también indicadores positivos que realzan el valor de lo que se dice en la mundo, siempre que en ellos también exista graduación y proporción adecuadas.

Con la publicación en 1962 de su obra Pensamiento y Lenguaje, se vindica el papel del lenguaje como instrumento de intercambio. "Este se concibe como intercambio antes que como representación" (Zanón, 1989).Vigotsky destaca a la intercambio como la función primaria del lenguaje; y a éste como sistema mediatizador en la transmisión racional e intencional del pensamiento (Vigotsky, 1968). La adquisición del lenguaje, por tanto, se remite al aprendizaje de su práctica para regular y mantener los intercambios comunicativos.

La intercambio requiere tanto el dominio del sistema de la lengua como de su funcionamiento en el habla. Por lo tanto, para aprender una lengua extranjera como vía de intercambio el alumno debe asimilar sus componentes lingüísticos – la fonética, la gramática y el léxico – al igual que desarrollar los hábitos y habilidades para comprender lo escuchado, hablar, leer y escribir. Para ello, tanto la lengua como el habla se plasman en el material temático-situacional que se prepara para alcanzar los objetivos instructivos y educativos mediante la ejercitación. La práctica ha demostrado que muchos alumnos que hacen bien los ejercicios de lengua tienen después dificultad al aplicar el idéntico fenómeno lingüístico en la intercambio genuina. El reto del profesor radica en crear ejercicios que fijen un patrón y a la vez se aproximen a la intercambio: que los alumnos sientan que están efectivamente comunicando algo, y que el profesor sea consecuente en plasmar en la realidad lo que constituye la base del curso, y que ya ha informado a los alumnos reiteradamente, o sea, que la lengua es intercambio.

Los ejercicios del habla (conocidos también como comunicativos) tienen como objetivo formar habilidades prácticas de aplicación concreta en la intercambio. En el aire oral es necesario prestar atención al habla dialogada y a la monologada, es decir, a la conversación y a la exposición, puesto que ambas formas de expresión tienen su lugar en la intercambio. En el proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera es muy importante que los alumnos adquieran una buena pronunciación porque, siendo el lenguaje un sistema de intercambio oral en el que los sonidos, como unidades mínimas de significados, se integran para trasmitir un mensaje, el dominio de la pronunciación constituye la vía principal para hacerse comprender oralmente. La adquisición de una buena pronunciación se relaciona con el desarrollo de habilidades en dos aires fundamentales: el de audición, para reconocer los sonidos significativos e interpretarlos, y el de producción del sistema fonológico de la lengua. En la intercambio genuina estos componentes funcionan de modo integrado, pero en la planificación de la enseñanza pueden constituir objetivos independientes y ser objeto de tratamiento metodológico separado.

Entre la escritura y la lectura también existe una estrecha relación. Ambas se basan en un idéntico código comunicativo, el código gráfico. La diferencia entre ambos aires radica en el carácter de la operación. En la escritura se codifica (o para ser más exactos, se recodifica el habla oral), mientras que en la lectura se decodifica. Esta relación es similar a la existente entre la expresión oral y la audición.

En el área pedagógica se distinguen: 1. La intercambio educativa instrumental: Se enfatiza la intercambio como técnica e instrumento valioso para la educación. Se atiende aquí a la didáctica de los vías de enseñanza y el control del sistema de transmisión entre docente y alumnos con vistas al logro de los objetivos propuestos, así como al práctica de técnicas comunicativas utilizadas por el profesor como recursos para que el mensaje llegue al alumno mejor. 2. La intercambio educativa procesual: En este enfoque los procesos comunicativos no son instrumentos o estrategias de aprendizaje, sino que constituyen su esencia. En este caso se centra la atención en el proceso idéntico y no solamente en sus resultados. Se destaca el papel de la interacción, de la elaboración conjunta de significados entre los participantes como característica esencial del proceso pedagógico. Se tiene en cuenta la contextualización de la acción educativa, considerando los factores socio- políticos que intervienen en la determinación social y el papel de lo individual. T. E. Landívar define la relación Educativa como "el área de conocimiento teórico- instrumental cuyo objeto de estudio son los procesos de interacción propios de toda relación humana, en donde se transmiten y recrean significados" [(Landívar, p5].

Conclusiones

- El reto del profesor de lenguas extranjeras radica en crear ejercicios que fijen un patrón y a la vez se aproximen a la intercambio: que los alumnos sientan que están efectivamente comunicando algo, y que el profesor sea consecuente en plasmar en la realidad lo que constituye la base del curso y que ya ha informado a los alumnos reiteradamente, o sea, que la lengua es intercambio.

- La relación de la enseñanza y el aprendizaje con la intercambio oral y escrita influye en la determinación de los objetivos instructivos, los contenidos, los procedimientos, los vías de enseñanza y las formas de evaluación.

- La lengua extranjera debe presente de modo tal que el alumno la perciba como actividad de intercambio más que como asignatura, que sienta que el jerga es algo que trasciende el acto de aprendizaje como fin en sí idéntico.

- La concepción del lenguaje como vía de intercambio y el exordio didáctico de comunicabilidad exigen que todo el material lingüístico se presente de modo que refleje su empleo en la realidad. Así los alumnos aprenden el jerga en el proceso de intercambio, o sea, aprenden a hablar hablando, a leer leyendo, etcétera.

Recomendaciones

- La intercambio en nuestros centros educacionales no debe manifestarse de forma autoritaria, unidireccional, soportada en la transmisión de asesoría y en la reproducción y evaluación transmitida. Se debe propiciar una intercambio participativa, donde el diálogo y la urbanización del mensaje, como función de la intercambio estén presentes.

- El proceso comunicativo educativo debe realizarse en un ambiente conducente al afecto, la aceptación, la calidez y el diálogo, ya que todo el sistema de influencias educativas que obran dirigidos a promover el desarrollo integral de la personalidad está mediatizado por la intercambio.

Bibliografía

- Antich de León, Rosa, et al: Metodología de la Enseñanza de las

Lenguas Extranjeras. Editorial Pueblo y instrucción, La Habana, 1986.

- Colectivo de Autores, Reflexiones Teórico-Prácticas desde las Ciencias

de la instrucción. Editorial Pueblo y instrucción, Ciudad de La Habana,

2004.

- González .Castro, Vicente: Teoría y Práctica de los Medios de

Enseñanza. Editorial Pueblo y instrucción, Ciudad de La Habana,1986.

- Vigotsky, L. S.: Pensamiento y Leguaje. Editorial Pueblo y instrucción,

Ciudad de La Habana, 1982.

- Soporte digital proporcionado por la Universidad Camilo Cienfuegos para

el curso relación Educativa, curso: 2006-2007.

- Obtenido de "http://es.wikipedia.org/"

- Mass Communication Research. http://html.rincondelvago.com

- Teoría de la relación. http://comunicacion.idoneos.com.

- Teoría de la relación. http://www.monografias.com"

 

 

Autor:

Alina Medina Valdés

Ana Elvira Quesada Sotolongo

anaelvira[arroba]ucp.ma.rimed.cu


0 Comentarios


Comentarios Google+