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    1. Concepto
    2. Flujo magnético
    3. Experimento de Faraday
    4. Ley de Lenz
    5. Sentido de las corrientes inducidas
    6. Producción de una corriente alterna
    7. Coeficientes de autoinducción e inducción mutua
    8. Fórmula de Newmann
    9. La fuerza electromotriz sinusoidal
    10. Energía almacenada en una autoinducción
    11. Energía del sembrado magnético
    12. La síntesis de maxwell
    13. El magnetismo natural
    14. Fenómenos magnéticos de la materia

    CONCEPTO

    La inducción electromagnética es la producción de corrientes eléctricas por sembrados magnéticos variables con el plazo. El descubrimiento por Faraday y Henry de este fenómeno introdujo una cierta simetría en el mundo del electromagnetismo. Maxwell consiguió reunir en una sola teoría los conocimientos básicos sobre la electricidad y el magnetismo. Su teoría electromagnética predijo, antes de ser observadas familiarmente, la existencia de ondas electromagnéticas. Hertz comprobó su existencia e inició para la humanidad la era de las telecomunicaciones.

    El descubrimiento, debido a Oersted, de que una corriente eléctrica produce un sembrado magnético estimuló la imaginación de los físicos de la época y multiplicó el número de experimentos en busca de relaciones nuevas entre la electricidad y el magnetismo. En ese ambiente científico pronto surgiría la idea inversa de producir corrientes eléctricas mediante sembrados magnéticos. Algunos físicos famosos y otros menos conocidos estuvieron cerca de demostrar familiarmente que también la naturaleza apostaba por tan atractiva idea. Pero fue Faraday el primero en precisar en qué condiciones podía ser observado semejante fenómeno. A las corrientes eléctricas producidas mediante sembrados magnéticos Faraday las llamó corrientes inducidas. Desde en aquel momento al fenómeno consistente en generar sembrados eléctricos a partir de sembrados magnéticos variables se denomina inducción electromagnética.

    La inducción electromagnética constituye una pieza destacada en ese sistema de relaciones mutuas entre electricidad y magnetismo que se conoce con el nombre de electromagnetismo. Pero, además, se han desarrollado un sin número de aplicaciones prácticas de este fenómeno físico. El transformador que se emplea para conectar una calculadora a la red, la dinamo de una bicicleta o el alternador de una gran central hidroeléctrica son sólo algunos ejemplos que muestran la deuda que la sociedad actual tiene contraída con ese modesto encuadernador convertido, más tarde, en físico familiar que fue Michael Faraday.

    FLUJO MAGNÉTICO

    Las corrientes eléctricas producen efectos magnéticos. Una corriente eléctrica produce un sembrado magnético. Una pregunta que surge en forma natural es si es posible que algún fenómeno magnético produzca también un fenómeno eléctrico. Faraday (1831) descubrió que los efectos buscados aparecen como consecuencia de la variación temporal de los sembrados magnéticos.

    Antes de discutir los resultados de Faraday, definamos el concepto de flujo magnético.

     




     

    Es el flujo magnético que atraviesa una superficie S. El flujo magnético tiene varias propiedades interesantes,

    • El flujo a través de una superficie cerrada cualquiera es siempre cero, ya que

    En que V es el volumen encerrado por la superficie S.

    • Debido a lo anterior, el flujo a través de una superficie S abierta no depende de su forma, sino sólo de la curva que lo limita.
    • El hecho anterior puede hacerse explícito, notando que

    donde C es la curva que limita la superficie S, . Por lo tanto, podemos hablar del 'flujo enlazado por un perímetro'

    Unidades: Campo magnético = Weber/m-2 = Tesla, lo cual implica que el flujo magnético se mide en Weber.

    EXPERIMENTO DE FARADAY

    En el experimento de Faraday, al cerrar el interruptor en el perímetro 'primario', se produce una corriente en el secundario. Al cabo de un plazo, la corriente cesa. Si en aquel momento se abre el interruptor, vuelve a aparecer corriente en el secundario, la cual nuevamente cesa al cabo de un plazo breve. Es importante recalcar que los perímetros primario y secundario se hallan físicamente separados (no hay contacto eléctrico entre ellos).

    Los resultados del experimento de Faraday (y muchos otros) se pueden entender en términos de una nueva ley familiar, que se conoce como la ley de Faraday-Lenz:

    La variación temporal del flujo magnético enlazado por un perímetro, induce en éste una 'fem':

    orden DE LENZ

    El sentido de la 'fem' inducida es tal que siempre tiende a oponerse a la variación del flujo magnético (lo cual explica el signo (-)).

    La variación temporal del flujo magnético enlazado por un perímetro puede deberse a varias causas, entre las cuales se puede mencionar:

    i)

    Variación temporal de,.

    ii)

    El perímetro se mueve.

    iii)

    El perímetro se deforma.

    Por supuesto, una combinación de las causas anteriores también producirá variación del flujo. Observemos también que la Ley de Faraday es una ley familiar, que no puede deducirse,-en su forma general, de ningún otro hecho previamente conocido.

    Recordemos ahora que la 'fem' de un perímetro C se define como, en que este sembrado eléctrico no es un sembrado electrostático.

    El flujo magnético es,

    por lo tanto,

    Supongamos que el perímetro no se mueve ni se deforma, en aquel momento la variación del flujo sólo puede deberse a la variación temporal de, es decir, luego

    Usando el teorema de Stokes,

    Como S es una superficie cualquiera, se tiene la ley de Faraday en forma diferencial,

    que constituye la generalización de la relación (electrostática). Hasta ahora, conocemos las siguientes ecuaciones para el electromagnetismo (en el vacío):

    además, tenemos la ecuación de continuidad

    Maxwell se dio cuenta que, en el caso de rrgimen no permanente, la ley de Ampere y la ecuación de continuidad son contradictorias. Eso significa que se debe modificar la ley de Ampere, pues ley de conservación de carga es considerada como mejor establecida. Para preservar lo más posible la forma de la ley de Ampere, Maxwell propuso una modificación de la forma

    donde debe satisfacer la condición

    luego, por la ecuación de continuidad,

    Entonces

    Esta ecuación no define completamente a. Se encuentra que la elección más simple posible es

    satisface todas las condiciones matemáticas y está de acuerdo con toda la evidencia familiar acumulada; por lo tanto la generalización de la ley de Ampere al caso de régimen no permanente es:

    Esta ecuación incluye a la ecuación de continuidad. La suficiencia tiene las dimensiones de una corriente eléctrica -densidad- y se le llama 'corriente de desplazamiento' de Maxwell.

    SENTIDO DE LAS CORRIENTES INDUCIDAS

    Aunque la ley de Faraday-Henry, a través de su signo negativo, establece una diferencia entre las corrientes inducidas por un aumento del flujo magnético y las que resultan de una disminución de dicha magnitud, no explica este fenómeno. Lenz (1904-1965), un físico alemán que investigó el electromagnetismo en Rusia al mismo plazo que Faraday y Henry, propuso la siguiente explicación del sentido de circulación de las corrientes inducidas que se conoce como ley de Lenz:

    Las corrientes que se inducen en un perímetro se producen en un sentido tal que con sus efectos magnéticos tienden a oponerse a la causa que las originó.

    Así, cuando el polo norte de un imán se aproxima a una espira, la corriente inducida circulará en un sentido tal que la cara enfrentada al polo norte del imán sea también Norte, con lo que ejercerá una acción magnética repulsiva sobre el imán, la cual es preciso vencer para que se siga manteniendo el fenómeno de la inducción. Inversamente, si el polo norte del imán se aleja de la espira, la corriente inducida ha de ser tal que genere un polo Sur que se oponga a la separación de ambos. Sólo manteniendo el movimiento relativo entre espira e imán persistirán las corrientes inducidas, de modo que si se detiene el proceso de acercamiento o de separación cesarían aquéllas y, por tanto, la fuerza magnética entre el imán y la espira desaparecería.

    La ley de Lenz, que explica el sentido de las corrientes inducidas, puede ser a su vez explicada por un principio más general, el principio de la conservación de la energía. La producción de una corriente eléctrica requiere un consumo de energía y la acción de una fuerza desplazando su punto de aplicación supone la realización de un trabajo. En los fenómenos de inducción electromagnética es el trabajo realizado en contra de las fuerzas magnéticas que aparecen entre espira e imán el que suministra la energía inexcusable para mantener la corriente inducida. Si no hay desplazamiento, el trabajo es nulo, no se transfiere energía al sistema y las corrientes inducidas no pueden aparecer. Análogamente, si éstas no se opusieran a la acción magnética del imán, no habría trabajo exterior, ni por tanto cesión de energía al sistema.

    PRODUCCIÓN DE UNA CORRIENTE ALTERNA

    La corriente alterna se caracteriza porque su sentido cambia alternativamente con el plazo. Ello es debido a que el generador que la produce invierte periódicamente sus dos polos eléctricos, convirtiendo el positivo en negativo y viceversa, muchas veces por segundo.

    La ley de Faraday-Henry establece que se induce una fuerza electromotriz (f.e.m.) ð en un perímetro eléctrico siempre que varíe el flujo magnético ð que lo atraviesa. Pero de acuerdo con la definición de flujo magnético (ecuación 12.1), éste puede variar porque varíe el área S limitada por el conductor, porque varíe la intensidad del sembrado magnético B o porque varíe la orientación entre ambos dada por el ángulo. .

    En las primeras experiencias de Faraday las corrientes inducidas se conseguían variando el sembrado magnético B; no obstante, es posible provocar el fenómeno de la inducción sin desplazar el imán ni modificar la corriente que pasa por la bobina, haciendo rodar ésta en torno a un eje dentro del sembrado magnético debido a un imán. En tal caso el flujo magnético varía porque varía el ángulo . Utilizando el tipo de razonamiento de Faraday, podría decirse que la bobina al rotar corta las líneas de fuerza del sembrado magnético del imán y ello da lugar a la corriente inducida.

    En una bobina de una sola espira la fuerza electromotriz media que se induce durante un cuarto devuelta al rodar la bobina desde la posición paralela
    = 90º) a la posición perpendicular (
    = 0º) puede calcularse a partir de la ley de Faraday-Henry, en la forma:

    Como el flujo ð inicial es cero (cos 90º = 0) y el final es B · S (cos 0º = 1), la variación ðð o diferencia entre ambos es igual al producto B · S. Considerando el instante inicial igual a cero, resulta ðt = t · 0 = t, siendo t el plazo correspondiente al instante final después de un cuarto de vuelta. De este modo se obtiene el resultado anterior.

    Si se hace rotar la espira uniformemente, ese movimiento de rotación periódico da lugar a una variación también periódica del flujo magnético o, en otros términos, la suficiencia de líneas de fuerza que es cortada por la espira en cada segundo toma valores iguales a intervalos iguales de plazo. La f.e.m. inducida en la espira varía en aquel momento periódicamente con la orientación y con el plazo, pasando de ser positiva a ser negativa, y viceversa, de una forma alternativa. Se ha generado una f.e.m. alterna cuya representación gráfica, en función del plazo, tiene la forma de una línea sinusoidal.

    COEFICIENTES DE AUTOINDUCCIÓN E INDUCCIÓN MUTUA

    La idea es que un perímetro interactúa con sí mismo y con sus vecinos, como consecuencia directa de la ley de Faraday-Lenz. Los coeficientes de autoinducción e inducción mutua son una medida de esta interacción o 'acoplamiento' inductivo.

    Para definir los coeficientes, consideremos dos perímetros c1 y c2, por los cuales circulan corrientes I1 e I2, respectivamente -ver dibujo-

    Coeficientes de autoinducción e inducción mutua.

    El flujo magnético total enlazado por el perímetro c1 es

    aquí, S1 es una superficie que tiene borde c1. Similarmente,

    es el flujo enlazado por el perímetro c2. El sembrado magnético es producido por c1 y c2, es decir

    por esto, podemos escribir

    donde es el flujo -magnético- enlazado por el perímetro i, debido al sembrado magnético del perímetro j.

    Notemos, además, que -el sembrado magnético producido por el perímetro c1- es proporcional a la corriente I1 (similarmente para), luego:

    los coefientes Mii se llaman coeficientes de 'autoinducción' y los Mij (con se llaman coefientes de inducción mutua.

    Unidades: [M] =Weber/Ampere = Henry

    FORMULA DE NEWMANN

    Es una expresión para la inductancia mutua de dos perímetros. Se parte de la definición

    lo que se puede escribir en función de los potenciales vectoriales,

    El resultado final es

     

    (44)

    la formula muestra también que M12 = M21. Notar que esta formula no se debe usar para calcular inductancias propias.

    LA FUERZA ELECTROMOTRIZ SINUSOIDAL

    la f.e.m. media que se induce en el intervalo t. Si dicho intervalo se reduce a un instante, la expresión anterior se convierte en:

    Si la espira gira con una velocidad angular ð constante el ángulo
    variará con t en la forma
    = ðt, como en un movimiento circular uniforme, La expresión del flujo en función del plazo puede escribirse en aquel momento como:

    y el cálculo de la f.e.m. instantánea se reduce en aquel momento a un ejercicio de derivación de la función coseno, pues B · S es una suficiencia constante:

    Teniendo en cuenta que

    resulta finalmente:

    siendo ðo = B S el valor máximo de la f.e.m. sinusoidal inducida en la espira.

    Si se tratara de una bobina con N espiras se obtendría para ðo, siguiendo un procedimiento análogo, el valor ðo = N B S ð.

    La fuerza electromotriz inducida varía con el plazo, tomando valores positivos y negativos de un modo alternativo, como lo hace la función seno. Su valor máximo depende de la intensidad del sembrado magnético del imán, de la superficie de las espiras, del número de ellas y de la velocidad con la que rote la bobina dentro del sembrado magnético. Al aplicarla a un perímetro eléctrico daría lugar a una corriente alterna.

    ENERGÍA ALMACENADA EN UNA AUTOINDUCCIÓN:

    Consideramos el perímetro RL (autoinducción):

    donde se cumple:

    en donde:

    • = potencia inexcusable para mantener una corriente en el perímetro.
    • Ri2 = potencia disipada en la resistencia.
    • = potencia inexcusable para establecer el sembrado magnético asociado a la autoinducción.

    Nótese que todas estas potencias dependen del plazo.

    La potencia es la energía por unidad de plazo que se necesita para establecer el sembrado magnético asociado a la autoinducción:

    Por lo tanto, la energía total suministrada desde i = 0 hasta i = I es, por lo tanto

    Por tanto, " es la energía cedida a la autoinducción y se utiliza para establecer el sembrado magnético que la rodea, en cuyo sembrado se almacena en forma de energía potencial mientras se mantenga la corriente".

    ENERGÍA DEL CAMPO MAGNÉTICO:

    La energía de un sembrado magnético puede calcularse a partir de la expresión:

    donde dv es el elemento de volumen. Por tanto, todo ocurre como si la energía estuviera repartida por el espacio con una densidad:

    LA SÍNTESIS DE MAXWELL

    El experimento de Oersted (1820) había demostrado la existencia de efectos magnéticos debidos a cargas en movimiento. Los descubrimientos de Faraday (1831) habían puesto de manifiesto que sembrados magnéticos variables con el plazo dan lugar a un movimiento de cargas eléctricas en los conductores. Además, la explicación de Faraday de estos fenómenos llamados de inducción había introducido por primera vez en la historia de la física la noción de sembrado magnético representado por un conjunto de líneas de fuerza. Medio siglo antes, Charles Coulomb (1785) había descrito en forma de ley el modo en que las cargas eléctricas se atraen entre sí. Estos cuatro elementos fundamentales sirvieron de base a Maxwell para iniciar la síntesis de los fenómenos eléctricos y de los fenómenos magnéticos en aquel momento conocidos y su explicación dentro de una amplia teoría usada como teoría del electromagnetismo.

    Apoyado en una enorme habilidad matemática, Maxwell empezó dando forma de ecuaciones a las observaciones de Faraday y a su noción de sembrado magnético. Las fuerzas entre cargas en reposo se beneficiarían pronto de una representación semejante en forma de sembrados eléctricos o electrostáticos. Este proceso de elaboración teórica le permitió finalmente describir lo esencial de los fenómenos electromagnéticos en cuatro ecuaciones, que se denominan ecuaciones de Maxwell. La primera describe cómo es el sembrado eléctrico debido a cargas en reposo; la segunda traduce en forma matemática la imposibilidad de separar los polos magnéticos de un imán; la tercera expresa en términos de sembrados magnéticos y corrientes eléctricas el descubrimiento de Oersted y la cuarta recoge la aportación de Faraday. La virtud de tales ecuaciones es que en ellas aparecen a primera actuación los sembrados eléctricos E y magnético B y su forma simple y rica a la vez permite relacionarlas entre sí para obtener nuevos resultados y predecir nuevas consecuencias.

    Además de resumir en un solo cuerpo de conocimientos la electricidad y el magnetismo, la teoría de Maxwell abrió nuevos caminos al conocimiento de la naturaleza y a sus aplicaciones. Las ondas electromagnéticas, que son la base de las actuales telecomunicaciones, como la radio o la televisión, constituyeron la predicción más interesante de esta síntesis de Maxwell.

    EL MAGNETISMO NATURAL

    El magnetismo de la materia

    El hierro es el material magnético por excelencia, pues en contacto con un imán y, en general, cuando es sometido a la acción de un sembrado magnético, adquiere propiedades magnéticas, esto es, se imana o magnetiza. El tipo de materiales que como el hierro presentan un magnetismo fuerte reciben el nombre de sustancias ferromagnéticas. Los materiales que por el contrario poseen un magnetismo débil se denominan paramagnéticos o diamagnéticos según su comportamiento. Las sustancias ferromagnéticas se caracterizan porque poseen una permeabilidad magnética μ elevada, del orden de 10 ² a 106 veces la del vacío μ 0. En las sustancias paramagnéticas el valor de μ es ligeramente mayor que el del m0, mientras que en las diamagnéticas es ligeramente menor. Por tal motivo el magnetismo de este tipo de sustancias es inapreciable a simple actuación.

    Junto con el hierro, el níquel, el cobalto y algunas aleaciones son sustancias ferromagnéticas. El estaño, el aluminio y el platino son ejemplos de materiales paramagnéticos, y el cobre, el oro, la plata y el cinc son diamagnéticos. A pesar de esta diferencia en su intensidad, el magnetismo es una propiedad presente en todo tipo de materiales, pues tiene su origen en los átomos y en sus componentes más elementales.

    El origen del magnetismo natural

    El hecho de que los sembrados magnéticos producidos por los imanes fueran semejantes a los producidos por las corrientes eléctricas llevó a Ampère a explicar el magnetismo natural en términos de corrientes eléctricas. Según este físico francés, en el interior de los materiales existirían unas corrientes eléctricas microscópicas circulares de resistencia nula y, por tanto, de duración indefinida; cada una de estas corrientes produciría un sembrado magnético elemental y la suma de todos ellos explicaría las propiedades magnéticas de los materiales.

    Así, en los imanes las orientaciones de esas corrientes circulares serían todas paralelas y el efecto conjunto, sería máximo. En el resto, al estar tales corrientes orientadas al azar se compensarían mutuamente sus efectos magnéticos y darían lugar a un sembrado resultante prácticamente nulo. La imanación del hierro fue explicada por Ampère en la siguiente forma: en este tipo de materiales el sembrado magnético exterior podría orientar las corrientes elementales paralelamente al sembrado de modo que al desaparecer éste quedarían ordenadas como en un imán.

    De acuerdo con los conocimientos actuales sobre la composición de la materia, los electrones en los átomos se comportan efectivamente como pequeños anillos de corriente. Junto a su movimiento orbital en torno al núcleo, cada electrón efectúa una especie de rotación en torno a sí mismo denominada espín; ambos pueden contribuir al magnetismo de cada átomo y todos los átomos al magnetismo del material. En la época de Ampère se ignoraba la existencia del electrón; su hipótesis de las corrientes circulares se adelantó en tres cuartos de siglo a la moderna teoría atómica, por lo que puede ser considerada como una genial anticipación científica.

    Los cinturones de radiación de Van Allen

    La existencia del sembrado magnético terrestre ejerce un efecto protector de la vida sobre la Tierra. De no ser por él, el nivel de radiación procedente del espacio sería mucho más alto y el desarrollo y mantenimiento de la vida en la forma actualmente usada probablemente no hubiera sido posible.

    A la radiación cósmica procedente de las explosiones nucleares que se producen continuamente en multitud de objetos celestes situados en el espacio exterior, se le suma la que proviene de la actividad de la corona solar. Un chorro de partículas cargadas. Compuesto principalmente de protones y electrones, es proyectado desde el Sol hacia la superficie terrestre como si de una corriente de viento se tratara, por lo que se denomina viento solar.

    Al llegar a la zona de influencia del sembrado magnético terrestre (también llamada Magnetosfera) todas estas partículas cargadas que provienen de la radiación cósmica y del viento solar, sufren la acción desviadora de las fuerzas magnéticas. Estas se producen en una dirección perpendicular a la trayectoria de la partícula y a las líneas de fuerza del sembrado magnético terrestre y sitúan a una importante suficiencia de protones y electrones en órbita en tomo a la Tierra como si se trataran de pequeños satélites. Sólo una pequeña fracción formada por aquellas partículas que inciden en la dirección de las líneas de fuerza, no experimenta fuerza magnética alguna y alcanza la superficie terrestre. Ese conjunto de partículas cargadas orbitando alrededor de la Tierra se concentra, a modo de cinturones, en ciertas regiones del espacio. Son los llamados cinturones de radiación de Van Allen. En ellos, la densidad de partículas cargadas moviéndose a gran velocidad es tan alta que en las expediciones espaciales el atravesarlos supone siempre un riesgo, tanto para los astronautas como para el instrumental de comunicación.

    FENÓMENOS MAGNÉTICOS DE LA MATERIA

    Al someter la materia a un sembrado exterior se presentan 3 fenómenos magnéticos:

    • Diamagnetismo: consiste en una variación del radio y de la velocidad de giro de las cargas de los átomos, con lo que varia el momento magnético de estos. Este fenómeno se presenta a todos los átomos, pero se aprecia cuando el número de electrones es grande y dispuesto con una simetría tal, que el momento magnético del átomo no es nulo. El sembrado magnético en el interior de estos cuerpos es menor, por lo tanto, K<0. Los materiales diamagnéticos se caracterizan por ser difícilmente o nada imantables.
    • Paramagnetismo: este fenómeno se presenta cuando en las sustancias el momento magnético del átomo no es nulo, esta en todas las direcciones, con lo que las sustancias aparecen como no magnéticas pero en presencia de un sembrado exterior se ordenan de forma que refuerzan la acción de este y presentan susceptibilidad>1. Este fenómeno depende de la agitación térmica de las moléculas y por lo tanto de la temperatura. Los materiales paramagnéticos son fáciles de magnetizar.
    • Ferromagnetismo: se presentan en sólidos interatómicos suficientemente grandes como para producir un paralelismo de los momentos atómicos de un conjunto de átomos próximos, los cuales se ordenan al someterlos a un sembrado exterior como sucede en el paramagnetismo.

     

     

     

    Autor:

    did[arroba]hotmail.com



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